martes, 17 de mayo de 2011

Cien Años de Soledad - Capitulos uno, dos y tres

Empecé a leer “Cien años de soledad” que es una novela del escritor colombiano Gabriel García Marquez, ganador del premio nobel de literatura. Considerada una obra maestra de la literatura hispanoamericana y universal, es una de las obras más traducidas y leídas en español. Fue catalogada como una de las obras más importantes de la lengua castellana durante el IV Congreso Internacional de la Lengua Española celebrado en Cartagena, Colombia, en marzo de 2007. La primera edición de la novela fue publicada en Buenos Aires, Argentina, en junio de 1967 por la editorial Sudamericana con un tiraje inicial de 8000 ejemplares; hasta la fecha se han vendido más de 30 millones de ejemplares y ha sido traducida a 35 idiomas.


En el primer capítulo, nos presentan la aldea chica Macondo. Donde vivía la familia Buendía, compuesta por José Arcadio Buendía esposo de Úrsula Iguarán y padre de José Arcadio Buendía y Aureliano. Esta aldea era visitada por los gitanos, quienes traían los nuevos inventos, como por ejemplo el imán, una lupa enorme, el catalejo, mapas y el hielo. José Arcadio Buendía trabajaba día y noche en su laboratorio haciendo ciencia con estos inventos, que intercambiaba o compraba con los gitanos y su buen amigo Melquiades (gitano que traía, junto con los suyos, inventos y apoyaba a José Arcadio Buendía en sus intentos de descifrar teorías e utilidades de los inventos). José Arcadio Buendía quería que la ciencia llegue a Macondo y Úrsula, al igual que muchos otros en Macondo pensaban que José Arcadio Buendía estaba loco por decir por ejemplo: “La tierra es redonda como una naranja”. Úrsula tampoco quería que involucre a sus hijos en sus locuras.
En el segundo capítulo, cuenta cómo llegaron Úrsula y José Arcadio Buendía a ser primos, personas que aunque no se hubiesen casado estarían entrelazados de por vida. Ellos tienen miedo que, por experiencias pasadas en la familia, les salgan hijos con cola de cerdo. Por ese motivo, no tuvieron relaciones durante más de un año después de casados y ella se protegía durante las noches con un pantalón de castidad que su madre le había hecho. Llegó un día, luego de una pelea de gallinas entre Prudencio Aguilar (un vecino de la sierra en donde vivían) y José Arcadio Buendía, donde José Arcadio Buendía mata a Prudencio por la impotencia de las palabras de Prudencio y sus burlas debido al rumor en la aldea de que Úrsula y José Arcadio Buendía nunca habían tenidos relaciones. Luego de la muerte de Prudencio, José Arcadio Buendía llega a su casa y le propone de una manera muy autoritaria a Úrsula a tener relaciones esa misma noche sin importar la posibilidad de un hijo con cola de cerdo. A pesar de que Prudencio este muerto, se aparecía por la casa de los Buendía tapando la herida del cuello con un tapón. Arcadio decide mudarse y fue seguido por otras familias. Se establecieron al lado de un río y fundaron Macondo. El primogénito, José Arcadio conoce a Pilar Ternera y empezó a mantener relaciones sexuales con ella, una mujer que se dedicaba a leer las cartas. Tenían encuentros a menudo y, no tardó en quedarse embarazada. Cuando llegaron nuevamente los gitanos, el primogénito vio a una joven gitana de la cual se enamoró rápidamente. Van a una carpa de los gitanos donde tienen relaciones sexuales. Al día siguiente este se había fugado con los gitanos y la gitana. Úrsula al enterarse fue en su busca sin importar que le depararía y sin importar que había dado a luz hace poco tiempo. José Arcadio Buendía se hizo cargo de Aureliano y de su nueva hija, llamada Amaranta. A los cinco meses regresó Úrsula sin su hijo pero con gente de otros pueblos. Consiguió lo que José Arcadio Buendía nunca pudo a pesar de pasarse la mayor parte de su tiempo encerrado en el laboratorio. Tenía la ciencia y lo que deseaba Arcadio junto a ella en la puerta de su casa. “Úrsula no había alcanzado a los gitanos, pero encontró la ruta que su marido no pudo descubrir en su frustrada búsqueda de los grandes inventos”.
En el tercer capítulo, Úrsula y José Arcadio Buendía aceptan al hijo de Pilar Ternera de mala gana. Le pusieron el nombre de Arcadio. Amaranta y Arcadio eran cuidados por Visitación, una india que había llegado a Macondo huyendo de una peste de insomnio. En mi opinión, con la peste del insomnio comienza a aparecer más lo fantástico de la obra. Los que se contagiaban no dormían más, vivían en vigilia y no sentían cansancio alguno. Para algunos como José Arcadio Buendía esto era en un principio ya que había mucho que hacer en Macondo y se podría aprovechar más el tiempo. Con el pasar de los días la enfermedad llega a toda la población y comienza a haber otras consecuencias como el olvido de las cosas, de la memoria, nuestros recuerdos. Entre todo el pueblo se organizan para poder convivir con la enfermedad y que esta no se expanda si es que gente sana de afuera visita Macondo. Esta enfermedad la trajo al pueblo una niña, que se la llamo Rebeca. Ella llega a la casa de los Buendía para quedarse con ellos. Vino hasta Macondo con unos traficantes de pieles desde Manaure, también vinieron los gitanos, pero no hubo novedades de José Arcadio. La niña tenía una carta dirigida hacia José Arcadio Buendía. La misma estaba escrita en términos muy cariñosos pero ni Úrsula ni José Arcadio Buendía supieron quiénes eran sus papas a pesar de que decía que era prima segunda de Úrsula y por consiguiente parienta de José Arcadio Buendía. La niña era hija de Rebeca Montiel y de Nicanor Ulloa inolvidable amigo, según la carta, de José Arcadio Buendía. Melquiades vuelto de la muerte soluciona en Macondo la enfermedad del insomnio. Macondo le abre las puertas a Melquiades para que se quede en el pueblo donde no había ni muertos ni cementerio. Por otro lado, con la llegada de los gitanos, Aureliano que continuaba con investigaciones visita a los gitanos para ver qué hay de nuevo, además de escuchar a Francisco el Hombre que contaba las novedades de los pueblos y por veinte o cuarenta centavos, experimenta algo parecido al amor y al deseo con una muchacha que para pagar una casa incendiada de la abuela se vendía a maso menos setenta hombres por noche. Aureliano la quería proteger y cuidar, hasta casarse con ella. Sin embargo, cuando va en busca de ella ya se había ido del pueblo. Por último, Úrsula tan ocupada con sus cosas, se dio cuenta de que Rebeca y Amaranta eran dos señoritas hermosas y que Arcadio ya también crecía de a poco. Piensa en que ya la casa queda chica, decide agrandarla para las comodidades de todas. Todo va de lo mejor hasta que tiene que pintar la casa de azul ya que “el corregidor”, un hombre mandado por el gobierno dice que las casas deben ser azules. José Arcadio Buendía va y le hace frente al mismo ya que todo tendría que ser en Macondo como el fundador lo quería. El corregidor se va, pero vuelve con su familia y soldados. Todos en el pueblo estaban descontentos y van por las buenas a hablar con el corregidor, llegando al acuerdo de que los soldados en la puerta del hotel Jacob, donde estaba el lugar de trabajo del corregidor se tenían que ir. Además, acuerdan que las casas son del color que el dueño quiere. José Arcadio Buendía le da casa a la familia del corregidor en Macondo. Se firma con un pacto de manos.




Opinión y reflexión:
Hasta acá, todo va bien en Macondo. Todos parecen tener la vida que quieren, a pesar de que hubo pérdidas como la de José Arcadio, que como dije antes, se fue con los gitanos. Solucionan todos juntos en la aldea los problemas que se presentan y llevan una buena vida, creciendo juntos. La instalación del corregidor en la aldea, en mi opinión va a provocar un cambio en la obra. Todo lo bueno de Macondo, donde en conjunto, los ciudadanos hacen sus propias reglas puede que cambie. El corregidor viene a representar lo que sería el gobierno, y hasta donde leí, no existía un gobierno en Macondo, entonces puede que esto modifique la vida feliz y satisfactoria de la gente allí.
Por otro lado, me identifico con José Arcadio Buendía en lo emprendedor que él es y el interés que le pone a casa cosa que hace o que quiere descubrir. Resulta fascinante como en otras épocas no existían las cosas que ahora sí y que todo aquello se vaya descubriendo. Algo tan común como el hielo para ellos resulta impresionante aun no sabiendo del todo cuál es su utilidad o para que se podría llegar a usar. “Este es el gran invento de nuestro tiempo” José Arcadio Buendía dijo al conocer el hielo.

1 comentario:

  1. Camila:

    buen trabajo. Me gusta especialmente tu comentario final. La frase que citaste es realmente interesante. ¡Qué distinto era todo en Macondo! ¿Qué te parece el estilo de García Márquez?
    Podrías buscar información sobre Macondo en internet para averiguar qué se ha dicho y contrastar estas opiniones con la tuya.

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